Arrojando luz sobre las dimensiones del antigitanimso en Europa
by Ismael Cortés & Markus End
Vivimos en tiempos críticos tanto para el futuro de Europa como para el futuro de las políticas romaníes de la UE. El uso político de los discursos nacionalistas radicales se está normalizando, en particular en el contexto del Brexit, mientras que los partidos euroescépticos han ganado poder en algunos países importantes. Ahora es también el momento de revisar el Marco de la UE para las Estrategias Nacionales de Integración de la Población Gitana. En los últimos diez años, las organizaciones romaníes y sus aliados han luchado por el reconocimiento del antigitanismo como una forma específica de racismo. En este contexto, debemos arrojar luz sobre el fenómeno multidimensional y complejo del antigitanismo y cómo afecta a la vida de los romaníes y, en última instancia, a la de toda la sociedad. Esto es lo que pretende hacer el libro «Dimensiones del antigitanismo en Europa«, que reúne una combinación de artículos de diferentes académicos y activistas que nos acerca un conocimiento crítico sobre cómo el antigitanismo afecta al acceso a los derechos y cómo contrarrestar los discursos y proyectos políticos excluyentes y discriminatorios.
Normalización del antigitanismo
Muchas organizaciones romaníes y otras organizaciones antirracistas están seriamente preocupadas por la amplia aceptación del antigitanismo en Europa, incluso entre políticos de alto nivel. En octubre de 2018, por ejemplo, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, compartió su preocupación de que una renta básica de ciudadanía discutida en Italia «terminaría solo en los bolsillos de los romaníes», construyendo así uno de los estereotipos más antiguos y más comunes de los romaníes como parásitos. A principios del mismo año, el presidente checo Miloš Zeman dijo que abofetear a los romaníes que no trabajaban era un «método muy humano» al hablar sobre el trabajo en la época comunista, deshumanizando a sus conciudadanos de origen romaní y utilizando el mismo estereotipo que Tajani. En junio de 2018, el entonces ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, explicó sus planes para crear un censo de los romaníes que viven en Italia «a los que desafortunadamente tendríamos que mantener por tener pasaportes italianos». La declaración niega implícitamente la pertenencia italiana de estos ciudadanos, empleando así el estereotipo de nómadas eternos que no pertenecen a ningún lugar.
Las declaraciones de estos políticos son simplemente una fotografía de la evolución política de los últimos años. Es importante tener en cuenta que ninguno de los políticos citados enfrentó un rechazo masivo, por el contrario, debemos suponer que su éxito electoral proviene del uso de este tipo de comentarios racistas. Las estrategias contra el antigitanismo deben tener en cuenta el hecho de que éste no es un fenómeno exclusivo de extremistas. El concepto racista del «gitano» es común en toda Europa, moldeado por discursos racializados.
Este discurso racializado es la base sobre la cual se construye la discriminación, la exclusión y la persecución. Algo que es fácilmente demostrable por los recientes eventos ocurridos en Francia. En marzo de 2019, inmigrantes romaníes fueron atacados en varias ocasiones y en diferentes lugares por grandes grupos de atacantes armados, incendiando automóviles, viviendas e hiriendo a varios de ellos. Los ataques fueron instigados por un engaño que circulaba en las redes sociales en Francia, pero también en Alemania y en el Reino Unido, afirmando que los romaníes estaban secuestrando a niños blancos y vendiéndolos como mendigos o por sus órganos. Éste es solo un ejemplo de los estereotipos y de la ideología antigitana que acaban conduciendo a ataques violentos. Estos discursos permiten la creciente cantidad de crímenes de odio cometidos contra los romaníes. Según el Centro Europeo de Derechos de los Romaníes (ERRC), en 2017 y 2018, al menos 15 romaníes fueron asesinados o murieron por maltrato en países europeos, principalmente a manos de la policía o funcionarios de prisiones. De esos 15 casos, ninguno fue tratado como un delito de odio y solo se presentaron cargos contra los autores en cinco casos.
El desarrollo del término antigitanismo en el discurso académico y político.
El «antigitanismo» ha generado cada vez más atención en toda Europa, tanto en el ámbito político como académico, a pesar de que sigue siendo un término controvertido y es desconocido en un discurso público más amplio. Se han producido diferentes -y complementarias- definiciones. La Red Europea contra el Racismo (ENAR) y la Alianza contra el Antigitanimo definen el antigitanimo como «un persistente racismo históricamente construido contra grupos sociales identificados bajo el estigma ‘gitano’ u otros términos relacionados, que incorpora: 1. Homogeneización y esencialización de la percepción y descripción de estos grupos; 2. La atribución de características específicas de ellos; 3. Estructura sociales discriminatorias y prácticas violentas que surgen en este contexto, que tienen un efecto degradante y de exclusión y que reproducen desventajas estructurales». [1]A nivel de la UE, ha habido importantes compromisos contra el antigitanismo, al menos a nivel de discurso, aunque las políticas y las iniciativas de financiación aún no se han concretado. [2] Hasta ahora, en muchos niveles políticos y en diferentes marcos, la inclusión romaní ha sido tratada como si no hubiera una fuerza opuesta, como si el antigitanismo no existiese. La situación socioeconómica precaria que afrontan muchos romaníes ha sido explicada sobre la base de tradiciones romaníes «desviadas» o como un mero problema de «emergencia social». No se menciona al antigitanismo como una fuerza de exclusión profundamente arraigada, persistente y estructural.
Se necesita el «cambio de paradigma» de un enfoque de inclusión social a un enfoque antirracista integral. Un enfoque en la lucha contra el antigitanismo produciría enfoques considerablemente diferentes para la inclusión romaní. [3]Si se entiende el antigitanismo como un problema importante en el seno de las principales sociedades europeas, queda claro que la inclusión social de los romaníes seguirá siendo ilusoria a no ser que primero se aborde el antigitanismo en todos sus niveles. La idea de que los propios romaníes serían responsables del racismo que padecen todavía prevalece en la política europea, pero debe analizarse como un producto de la ideología antigitana combinada con el racismo estructural neoliberal. Es importante reconocer que la discriminación de los romaníes es un fenómeno continuo y generalizado hasta hoy día; en muchos casos, esta situación puede describirse como racismo institucional o incluso estatal.
Estrategias contra el antigitanismo
Muchas organizaciones romaníes y otras organizaciones antirracistas han estado luchando contra el antigitanismo durante décadas. Sus luchas para hacer realidad los derechos de los romaníes nos proporcionan un conocimiento crítico sobre cómo el antigitanismo afecta al acceso a los derechos fundamentales y cómo contrarrestar los discursos y proyectos políticos excluyentes y discriminatorios. Hay muchas discusiones en curso sobre cómo abordar este complejo fenómeno. Entre muchas opiniones diferentes, hay un consenso: no ayuda abordar los efectos del antigitanismo si no se aborda el antigitanismo en sí mismo.
Aunque existen estrategias que han tenido impacto en la lucha contra el antigitanismo, tenemos que admitir que en una escala más amplia no hay muchos motivos para el optimismo en este momento. A pesar de que el antigitanismo como fenómeno social está comenzando a ser reconocido lentamente en el ámbito político, el crecimiento y la difusión de movimientos etno-nacionalistas y racistas en toda Europa plantea un peligro real. Si no defendemos los logros intelectuales y sociales alcanzados durante los últimos años, entre otros gracias al trabajo de los activistas por los derechos de los romaníes en toda Europa, contra estas amenazas, el antigitanismo continuará dando forma a discursos y prácticas políticas europeas a gran escala; y, por lo tanto, tendrá un impacto negativo en la vida de los romaníes y otros grupos y personas que experimentan antigitanismo.
Imagen de © Attila Kisbenedek/AFP/Getty
Artículo original de EUROPEAN NETWORK AGAINST RACISM
[1] El debate sigue en marcha. Se pueden encontrar argumentos a favor y en contra del término en el libro «Dimensiones del antigitanismo en Europa”.
[2] Ver la Agencia Europea de los Derechos Fundamentales. 2018. Una preocupación persistente: El antigitanismo como barrera a la Inclusión de la Población Romaní. Disponible en: https://fra.europa.eu/sites/default/files/fra_uploads/fra-2018-anti-gypsyism-barrier-roma-inclusion_en.pdf; Resolución del Parlamento Europeo, de 25 de octubre de 2017, sobre los aspectos de la integración de los gitanos en la Unión relacionados con los derechos fundamentales: combatir el antigitanismo. Disponible en: http://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-8-2017-0413_ES.html
[3] Mirga-Kruszelnicka, Anna. 2017. Revisando el Marco romaní de la UE. Evaluación de la dimensión europea para el futuro posterior a 2020. Documento político. Bruselas: Open Society European Policy Institute. Disponible en: https://www.opensocietyfoundations.org/publications/revisiting-eu-roma-framework-assessing-european-dimension-post-2020-future.