¡El cambio ya está aquí! Reflexiones de un joven gitano
by Paco Vargas
*Inauguración de la 2a edición de la Roma Political School en el Saló de Cròniques del Ayuntamiento de Barcelona, con el Tío Juan de Dios Ramírez Heredia y participantes de FAGiC de Cataluña y Letras Nómadas de Portugal
El Pueblo Gitano está cambiando. Esta frase puede parecer indicar demasiadas cosas y, quizás, así sea. Pero creo que nos puede ayudar a iniciar la reflexión que, a continuación, voy a compartir con vosotros.
Creo que podemos hablar de cambio por cuanto las necesidades, intereses y prioridades de los gitanos han dado un giro substancial en los últimos tiempos. Aunque esta frase, también podría ser objeto de debate y futuras reflexiones que hoy no abordaremos.
Quizás, esto sea producto de un natural cambio generacional, ya que, a los jóvenes hoy no les interesan las mismas cosas que ayer. Pero creo que esto con nosotros toma una dimensión distinta, ya que nuestras prioridades, necesidades o aspiraciones han estado, por causa del antigitanismo, condenadas a la cárcel de la limitación de la supervivencia diaria, en la que todos aquellos aspectos que excedían del hoy, no eran más que utopías para cualquier persona gitana.
El antigitanismo nos arrinconaba a ser seres sin sueños, sin esperanzas o, al menos – ya que durante siglos, de una u otra, hemos resistido de diferentes maneras – así lo pretendía; poniendo todas las herramientas que, en esta relación desigual de poder, ha hecho valer contra todo lo señalable bajo el estigma gitano: arte, música, tradición, historia, lengua y cultura.
Pero hoy, personalmente, detecto frutos de cambio, de aspiraciones de jóvenes que con orgullo de ser y la fuerza propia de la edad ocupan espacios, que hasta el momento, quedaban reservados para los otros.
Voy a detallar algunos espacios que considero remarcables en esta ocupación de los espacios mayoritarios y las estrategias que, creo, mayor rendimiento nos han dado.
Comunicación. Vivimos en la era de la comunicación, todo aquello que pretenda ocupar un espacio de relevancia desde las ideas hasta lo material, ha de ser comunicado y, aquí, las redes sociales toman un papel fundamental. Y nosotros, los gitanos, en este cambio del que hablamos, hemos sido conscientes de ello.
Nos interesan las redes sociales. Nos preocupa y nos apasiona la comunicación. Y esto se puede ver reflejado desde los estados de WhatsApp -frecuentemente utilizados entre las personas gitanas, sin distinción de edad- hasta perfiles comunicativos de personas gitanas que pueden ser consideradas influencers. Cada día son más las personas gitanas que se dedican desde diferentes plataformas a ser referentes de moda, viajes, salud, historia, activismo…
También es reseñable nuestra perspectiva en igualdad de género y feminismo y, aquí, me gustaría hablar del Congreso Internacional de Antigitanismo de Género organizado por las primas de AMUGE y Romi Berriak el pasado mes de octubre en Bilbao.
En este congreso, que tuvo una duración de 3 días, decenas de mujeres gitanas pudieron debatir y reflexionar sobre feminismo romaní y extraer conclusiones de nuestra perspectiva en relación a la igualdad de género y a la lucha histórica de las mujeres gitanas en este sistema-mundo antigitano y patriarcal. Y es en este preciso ámbito donde yo vislumbro los frutos de un cambio material entre los gitanos.
Puede que esto siempre estuviese dentro de nosotros, pero ahora tenemos la fuerza, el coraje y las herramientas para decirlo ante el mundo, para hacerlo desde el conocimiento y el rigor; creando narrativas esperanzadoras y de contribución no tan solo para las gitanas, sino para toda esta sociedad.
A nivel de participación, el cambio también es substancial, hemos dado el paso de salir de nuestras asociaciones/entidades gitanas – que ha sido el espacio histórico más explícito de participación entre los gitanos – para dar el salto desde las redes sociales (herramienta para la participación activista), hasta la política más convencional. Diferentes personas gitanas señalan la importancia de ocupar espacio en la política convencional, dentro de los partidos, si realmente queremos ver cambios, aunque empecemos por lo simbólico, que es igualmente importante. De ahí emana el cambio de situación del término antigitanismo en la última década y la actual Subcomisión por un Pacto de Estado contra el antigitanismo, cómo aterrizaje material de lo conseguido mediante la acción participativa, a todos los niveles, de aspectos simbólicos, como la aceptación del término.
Quizá esto también haya sido posible con la presencia de los diputados gitanos Ismael Cortés, Beatriz Carrillo y Sara Giménez en la política nacional. Pero esto sólo refuerza lo comentado anteriormente, la presencia, nuestra presencia en espacios de decisión se antoja indispensable. Y ello es tan indispensable como que, desde nuestras entidades gitanas, se refuercen estos aspectos. De ahí nace la Academia Gitana de Política que inició FAGiC el año pasado y que tiene el objetivo de impulsar desde la base, la participación de los y las jóvenes gitanos/as.
Por cuanto, señalar un congreso organizado por mujeres gitanas o una academia gitana de política, bajo el paraguas de una organización gitana, me indica cambio material en las estructuras de organización de la sociedad civil gitana. Era impensable el fomento de este tipo de acciones hace algunos años, y no demasiados. Pero el cambio está presente en todos los niveles o, al menos, así me lo parece, sin pretender indicar en ninguno de los casos que el camino ya está hecho, sino que los trazos que estamos empezando a dibujar tendrán un mayor impacto en nuestras vidas y las vidas de nuestra gente.
Y con estas palabras me gustaría alentar a nuestra gente a salir del negativismo en que intentan sumirnos los prejuicios de aquellos que nunca han visto, ni verán un cambio en nosotros.
El Pueblo Gitano ha resistido y lo seguirá haciendo, y todos debemos seguir remando para que el nuevo año traiga consigo todo lo bueno que al 2022 no le dio tiempo a traernos, y para que deje atrás todos aquellos episodios que tanto dolor ha traído a nuestra gente. Sin olvidar a nuestros primos y primas, siempre en nuestra memoria, haciéndonos más fuertes. Este es el cambio que veo y espero.
Baxtaló Nevó Berś. ¡Opre Rroma!